¿Por qué hacemos visualizaciones en yoga nidra y meditación guiada?
Te dicen que meditar es estar en el momento presente y permanecer únicamente en lo que ocurre en el aquí y ahora. Y es cierto, pero muchas veces, para ello, primero debes enseñarle a tu mente a despojarse de sus pensamientos constantes, cosa que no es nada fácil si no estás acostumbrado. Por eso existe la meditación visualizada: Visualizar es llevar a la mente por un recorrido guiado a otro lugar. Pero, entonces ¿por qué existen este tipo de meditaciones si el objetivo es no pensar en cosas externas al momento presente?
Hagamos un ensayo: Cierra tus ojos e intenta quedarte sólo con lo que ocurre aquí. Ponte una alarma y hazlo al menos durante tres minutos, pero si puedes, quédate más tiempo.
¿Qué tal? ¿Has estado todo el rato con pensamientos presentes, o tu mente se ha desviado y ha quedado atrapada en alguno del pasado o futuro, que incluso, quizá, te ha derivado a otro pensamiento distinto y has enlazado con otro…y quizá otro?
Es normal. Es lo habitual y el trabajo de tu mente: pensar. Si has escuchado alguna vez eso de “deja la mente en blanco” es porque no se han expresado bien, ya que no es posible poner la mente en blanco, ya que eso también sería un pensamiento: pensar en blanco.
Decirle a tu mente que pare todo su trajín de pensamientos –solemos tener alrededor de 60.000 pensamientos al día*- es una tarea que se le hace imposible, y más si eres principiante y acabas de adentrarte en la práctica meditativa. ¡Qué locura intentar frenar todo de golpe!


ESTA ES LA PRINCIPAL RAZÓN
Y es que, cuando el cuerpo para por completo y la mente no tiene que estar pendiente de hacer nada, tiende a escaparse a esos pensamientos que puede “solucionar”, aunque realmente no puede hacer nada con ellos desde donde te encuentras. Al revés, lo que provocamos incluso es acelerar y aumentar su actividad en un espacio que, se supone, es de relajación y presencia.
Seguir una meditación guiada en forma de visualización, sobre todo para comenzar, es ofrecerle a la mente que piense en algo (lo que ella sabe hacer), pero nada relacionado con sus inquietudes, preocupaciones o sucesos que ha vivido y sigue retomando. Al alejarnos de todo eso, de nuestro día a día, la mente entra en un estado de calma donde no verse atropellada con todas las ‘alertas’ que analiza de todo lo que te ocurre, puede ocurrir y ocurre a tu alrededor.
Conducirla por un recorrido que visualiza con todo detalle lo que hay en él, que le transporta a lugares, normalmente, tranquilos y agradables, hace que tu sistema nervioso no vea ningún peligro en este momento y envíe señales de serenidad, totalmente contrarias a las alertas, con los que la mente y el cuerpo se relajan.
Pero no sólo sirven para contarte una historia con la que sentir paz, sino que es una técnica con la que se ha comprobado que se enseña a la mente a desacelerar el torbellino de pensamientos y a apreciar el estar tan tranquila. O lo que es lo mismo, tener “más ganas” de quedarse así ya que ha experimentado esa sensación placentera.
¿Entonces, siempre tengo que meditar con guías? Por supuesto que no. Como he dicho antes, es una manera más, sobre todo de cara a principiantes, ya que se utiliza como una herramienta para aprender a soltar la mente de tanto pensamiento y meditar, posteriormente, sin visualizaciones, al haber enseñado a la mente a frenar. Sin darte cuenta, tu mente comienza a crear un hábito de pensar solamente en una cosa -la visualización-, lo que le ayuda a que, luego, cuando haga su práctica meditativa le sea más fácil adentrarse y quedarse en los pensamientos del presente: al ser consciente únicamente de ellos y sentirte aquí, el cerebro crea una atmosfera de bienestar y paz que se manda a todo tu cuerpo.


VISUALIZACIONES EN LA PRÁCTICA DE YOGA NIDRA
Ya sabes que el yoga nidra es una conexión entre el consciente y el subconsciente que se alcanza en un punto exacto donde ninguno de los dos gobierna sobre el otro.
Es un viaje que hacemos desde una relajación profunda para poder entrar en el subconsciente y trabajar desde ahí. Por lo que, la explicación básica es la misma que antes: la mente no sabe parar de repente toda la vorágine de pensamientos y relajarse sin más para encontrar el punto exacto donde abrir el inconsciente a tu consciencia.
El yoga nidra es un trabajo interno, donde se reprograma la mente en un estado en el que la consciencia no tiene todo el control, pero sí forma parte activa del proceso. Por eso, es difícil abrir el subconsciente de repente sin dejar de estar conscientes. La visualización guiada ayuda a crear un ambiente –mental y físico- en el que relajarse, para poder empezar a inducir al cerebro al estado exacto en el que queremos que se quede.
Eso para empezar: fomentar la relajación para abrir la puerta al subconsciente.
Pero una vez que estamos ahí dentro, el yoga nidra tiene como objetivo crear o modificar patrones intrínsecos en nosotros, por lo que tiene que ofrecer una guía por la que podamos adentrarnos en el hábito o creencia específica y trabajar directamente ahí.
Es decir, marcamos un camino, a través de la visualización, para llegar a aquel aspecto de nosotros que queremos cambiar y poder reprogramar desde el contacto con ese patrón. Se puede decir que es el mapa que recorrer para llegar al tesoro.
Porque no sólo vale con relajarse profundamente, si no sabes dónde tienes que llegar para hacer tu trabajo, la mente estaría vagando; sí, relajada, pero sin un objetivo concreto. El yoga nidra enfoca la dirección en la que encontrar aquello que queremos cambiar en nuestra forma de pensar o actitud.
¡Pero cuidado! Porque no se trata de llegar y ya. Después hay que saber mantener la mente ahí, ¡recuerda que ella está acostumbrada a escapar a miles de pensamientos! Es por eso, que los profesionales de este tipo de trabajo interior, tienen herramientas y conocen el cómo conducirte a un aspecto u otro de tu mente para que se pueda trabajar de manera efectiva en él. Si no fuera así, tendrías un rato súper agradable de relajación, pero realmente no estarías trabajando nada de tu mente y no verías los resultados en tu actitud, obviamente.


De ahí a que en el yoga nidra siempre haya una visualización. Necesitamos constantemente mantener una guía por la que caminar y trabajar el objetivo concreto de la sesión. Si dejáramos de guiar, la persona entraría en un sueño más profundo cerrando la conexión con el consciente que ya no podría enviar la orden del cambio.
Hacer el recorrido de la visualización –no cualquier, como he dicho antes, es un trabajo previamente estudiado a lo que se quiere modificar en concreto- es buscar abrir la puerta entre la consciencia y el subconsciente y, sobre todo, poder mantenernos justamente en ese punto.
Si no has probado la práctica de yoga nidra y estás buscando una forma de descubrir qué te bloquea o cómo romper ese bloqueo –modificando o creando hábitos inconscientes- te invito a que te introduzcas con nuestro programa Habita tu Ser, diseñado para empezar desde cero a cambiar los patrones y costumbres que nos impiden entender y avanzar en nuestra gestión emocional y actitud.
Para terminar, creo que sobra decir, que el hecho, en ambas prácticas comentadas, de relajarte ya es una dosis para calmar y liberar tensiones, dándole a tu mente un espacio de pausa y poder retomar habiéndose oxigenado de manera positiva al detener el estrés, la rapidez y el querer hacer todo ya. Así que puedes tomar la visualización guiada como tú quieras: como una ayuda a relajarte, como una introducción a aprender a meditar o como una herramienta para trabajar cambios de actitudes en tu personalidad.
¿Le regalas a tu mente un espacio de paz?
Puedes empezar por nuestras pequeñas meditaciones guiadas que semanalmente subimos al canal de YouTube de Yogate con las que ir introduciendo a tu mente esos momentos de pausa para ir frenando la velocidad de pensamientos.
Pie de página. *Estudios científicos avalan que, de media, se suelen tener 7 pensamientos por segundo, lo que equivale a un rango de 60.000-80.000 pensamientos al día. Sin embargo, los estudios han comprobado que una persona sana mentalmente, que practica la meditación, tiene 6.5 pensamientos por minuto, lo que reduce a 6.000 aproximadamente al día.